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miércoles, 10 de agosto de 2016

Venezuela Próximo Quinquenio

Elba Rovi

En un país como Venezuela puede resultar en extremo difícil, contrario a lo que piensan los amigos de los análisis tradicionalistas (¿statu quo?), poder prever que puede pasar en un periodo “tan largo” como un quinquenio. Para los expertos el actual sistema ya está en fase terminal motivado a que la situación económica (principalmente) y la social, son ya insostenibles para los habitantes de este exopaís, esta es obviamente para muchos la opción más deseada, pero no la hace la única ni quizás la más probable.

Una de las cosas que deberían tomar en cuenta los especialistas que se apegan al “abc” que indican “los libritos”, para llegar a esta conclusión, es que en la actualidad los análisis económicos y sociales tradicionales no se adaptan estrictamente a países que viven o sobreviven de una renta petrolera. Hay que distinguir si estas teorías aplican al pie de la letra en países petroleros manejados por Neodictaduras, ya que definitivamente cuando hablamos de caos,
sus capacidades para sobrellevar los problemas econosociales parecen ser mayores que otros tipos de naciones que jamás podrían darse el lujo de llegar al caos.

Las opciones que actualmente tiene Venezuela para un cambio, ya sea por las buenas (negociaciones) o por las malas (golpe de estado), van desde la negociación hasta una guerra civil, pasando por renuncias, golpes de estado, procesos electorales, etc., acá nos dedicaremos a ver la opción más pesimista (o mejor informada como dirían algunos) en cuanto a duración.

Veamos primero las premisas que llevan a pensar en esta opción:

Nos guste o no, más allá de lo mediático el poder legislativo baluarte de La Oposición tiene muy poca capacidad de maniobra para evitar que el gobierno haga lo que bien le venga en gana para mantenerse en el poder.
La comunidad Internacional, en el supuesto que realmente tengan algún interés en que en Venezuela las cosas cambien, con sus infinitas declaraciones y comunicados, poco podrán hacer en la práctica. Imposible que se realice una intervención militar, al igual que se produzca algún tipo de bloqueo comercial, amén de que siempre habrá países de esta comunidad que por un lado hablan y por el otro sacan provecho de este caos.
Los organismos internacionales más allá de la retorica tampoco tendrán la capacidad o al menos tampoco le convendrá aplicar acciones que puedan a futuro crear jurisprudencia que pueda ser usada a futuro contra los gobiernos de los países miembros.
Los militares han mostrado que no tienen ningún interés en el cambio y tienen las herramientas para evitar que este se produzca.
Todos los poderes públicos actúan legalmente a favor del poder ejecutivo.
Los dueños de este sistema tienen mucho que perder y nada que ganar, por tanto cambiar seria una opción estúpida y mientras casi 40% de la población se niegue a hacerlos responsables del caos donde estamos, tienen mucho margen de maniobra. 
El pueblo que quiere cambio no tiene nadie que lo manipule, perdón que lo dirija, a una explosión social espontánea, que obligue al sector militar a actuar… a favor o en contra.

En base a estas realidades debemos indicar pues, nuestra opción más pesimista:

2016: No habrá Referendo revocatorio; No habrá elecciones de gobernadores; los principales presos políticos se mantendrán privados de libertad; Nada de lo que promulgue el poder legislativo será acatado; el gobierno pagará sus deudas internacionales; el gobierno mantendrá el control social con represión y racionamiento selectivo; los empresarios locales que se han enriquecido de manera fraudulenta o fraudurápida (en estos últimos años ha sido la única forma de enriquecerse) invertirán (en su estricto significado) su dinero mal habido para ayudar al gobierno.

2017: Todas las anteriores y adicionalmente el gobierno refinanciará sus deudas internacionales a un costo brutal que beneficiara a los tenedores (o más bien cuchillos), gran parte de ellos pertenecientes al gobierno/sistema; entregarán la explotación de los recursos naturales a países y particulares, cada vez en peores condiciones para el país; continuaran con las falsas amenazas de disolver la asamblea, ya que le es más conveniente mantenerla como esta; utilizarán el amedrentamiento hamponil de alto nivel (léase amedrentamiento ejecutado por el hampa no contra el hampa) para aún dándose elecciones de gobernadores y alcaldes y perdiéndolas, controlar los espacios de poder (véase alcaldes asesinados en México).

2018: Igual al 2017, solo que esta vez entregarán a pequeña escala las empresas del estado a particulares amigos del gobierno. En cuanto a la elección presidencial se pospondrá alegando legalmente que el inicio del periodo fue en el 2013.

2019: Igual al 2018, y si pueden evitaran de una manera legal elecciones presidenciales pero en paralelo entregarán empresas del estado a particulares, disfrazando dicha entrega como una repartición equitativa directa al pueblo de las riquezas del país (acciones de PDVSA), generando liquidez y felicidad (Dakazo) previos a la elección. Vale aclarar que a mediano y largo plazo las acciones estarán en manos de muy pocos accionistas, el pueblo será por muy corto tiempo verdadero dueño de PDVSA antes de sucumbir a las suculentas propuestas de compra de sus acciones por parte de los verdaderos sempiternos dueños del negocio petrolero. 

Y hablando de petróleo, debemos adicionalmente pensar que en determinado momento de este periodo, los precios del petróleo repunten, que mas allá de lo que dicen o dirán los especialistas (cuando esta alto dicen que ya no bajará y cuando esta bajo dicen que ya no subirá, o viceversamente) lo más seguro es que suceda, y si sucede a tiempo se convertirá en una grandiosa fuente de riqueza para hacer el caos más llevadero. 

Lamentablemente las fuerzas opositoras No están en capacidad de generar ningún cambio, porque siguen sin tener credibilidad para más del 50% de la población y ya esto hace que No tengan realmente el sólido Poder electoral que se le atribuye, esto quedará demostrado si No se realiza el referendo revocatorio ni en el 2016 ni en el 2017.

Que podría hacer esta opción inviable, pues que los llamados Comacates, no por patriotismo sino porque ya la rapiña solo alcanzará para los Generales, den un golpe de estado a cambio de su impunidad, una de las señales que advertirá el inicio del fin de la rebatiña, será que pensionados y empleados públicos comenzaran a tener retrasos en sus pagos.

Por supuesto la opción de desenlace aquí planteada es solo una dentro de todo el abanico existente, la más probable, la menos probable, quien sabe, lo malo es que seguiremos sin saberlo por un largo tiempo más.

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