Menu de titulos

miércoles, 4 de mayo de 2016

I love my country

Elme Romero

Es común encontrar en cualquier país y mucho más común en países en vías de desenrollo, un profundo sentimiento nacionalista en el alma de la mayoría de la población, el cual pareciera ser muy proclive a intensificarse (espontánea y/o estimulada mente) cuando las cosas no andan del todo bien (para nosotros). Una de las expresiones que produce este sentimiento, es la muy popular “amo a mi país”, la cual nos lleva a pensar y hacer cosas (racismo, xenofobia, discriminación, segregación) que no pensaríamos, ni haríamos, si las circunstancias circunstanciales que nos rodean no fuesen tan malas (para nosotros), esto a pesar de ser el mismo individuo (valga decir el mismo pensamiento). Esto nos lleva a preguntarnos qué es ese país que
 amamos, en qué consiste esa nación, será acaso algo espiritual (o algo producto de lo espirituoso) o más bien será algo relacionado con solo lo enteramente material, ya que dependiendo de la respuesta es que podríamos entender que significación realmente comunicamos cuando expresamos: ¡amo mi país! Si pensamos en que por tener unas lindas montañas, unas exuberantes playas, una arquitectura deslumbrante, unos paisajes despampanantes, una economía esplendorosa, un desarrollo ostentoso, unos artistas extraordinarios, unos líderes ejemplares, o unos héroes, míticos o históricos, grandiosos, tenemos Las razones para amar nuestro país, quizás deberíamos repensarlo, ya que todo esto a pesar de ser digno de orgullo, son factores que pudiésemos conseguir en otros lugares del mundo, entonces si lo podemos obtener en otros lados, ¿cambiaríamos de amor dependiendo de las circunstancias?, y si lo hiciésemos, podríamos realmente decir que nuestro amor es verdadero, o muy por el contrario estaríamos simplemente “amando” transitoriamente a algo físico, y de ser así nos preguntaríamos,  amar algo material podría realmente ser catalogado como amor.

Y será acaso que por sentir que estas cosas nos pertenecen, pensar, por alguna misteriosa razón, que somos dueños de ellas, es que sentimos que amamos nuestro país, de ser así, de nuevo surge una inquietud sobre 

No hay comentarios:

Publicar un comentario