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jueves, 14 de mayo de 2015

Y DESPUÉS DE GANAR LAS ELECCIONES ¿QUÉ?

Elme Romero

Es obvio que por lo novedoso, lastimosamente más que por lo importante, se tenga que tocar el tema electoral y desde aquí no vamos a ser la excepción. Pero en nuestro caso consideramos que lo cardinal del asunto no es tanto si se gana (que quien sabe si algunos “líderes” políticos piensan aquello de que a veces se gana perdiendo...) sino más bien, qué realmente va a pasar luego.

Ante todo hay que suponer que La Oposición “ganará” y aunque es algo que muchos lo dan por descontado es posible que esto no resulte siendo una realidad. Veamos por qué quizás puedan no ganarse estas elecciones: están muy claras las manipulaciones que se han realizado y se seguirán realizando en cuanto al padrón electoral para No favorecer a La Oposición, lo que significa que se obtendrían menos puestos así se obtengan más votos; adicional a esto probablemente dentro de esta elección se incluirá  un
referendo con alguna dádiva que beneficie a las masas (siempre bien recibida); el poder comunicacional y de represión se crecentan; y lo peor, el “gobinfierno” podría tener la capacidad de inundar el mercado venezolano con una oferta de “productos básicos” que exceda la demanda actual durante un importante periodo previo a las elecciones, creando, de manera momentánea, un “Super-Dakaso” (pareciera estarse viendo el plan piloto…).

Otro factor que trabaja en contra de que La Oposición obtenga la victoria, es que para que el “gobinfierno” pierda las elecciones quizás el ~70% de la población debe tener la percepción de que La Oposición es la opción menos mala, y eso No parece haber ocurrido, y es allí donde entrará el Caballo de Troya made in Cuba-PSU lleno de “Socialistas Mareados”.

Ahora bien, en el supuesto que La Oposición ganase las elecciones parlamentarias hay que entender perfectamente primero qué es lo que realmente se necesita ganar para efectivamente dar un paso adelante en la conquista del poder: ¿Será acaso la mayoría absoluta?; ¿O será la mayoría calificada?; ¿Las 3/5 partes? ; ¿Las 2/3 partes?, e incluso se debería estimar con cierto grado de malicia, por aquello que siempre suceden los saltos de talanquera,  ¿De la mayoría del total de diputados o de la mayoría del total de los que asisten a las sesiones?.

No tengo idea de hacia dónde apunta La Oposición (espero que ellos sí y espero que no usen el chantaje de la “responsabilidad compartida” para justificar que no lo sepan, ya que pareciera que cuando un líder dice “esto es responsabilidad de Todos” es porque no tiene idea de cómo enfrentar la situación y que está casi seguro que va a fallar), por tanto no se tampoco cuál de estos escenarios es su meta, (más allá que el deseo sea obtener las 2/3 partes). Por otro lado sí dicha meta está basada en las encuestas cabría preguntarse que es lo que realmente dicen cuando en ellas aparecen que los números favorecen “hoy” a La Oposición, ¿Estos números se pueden extrapolar para definir para cual tipo de mayoría se es favorito?

En cualquier caso y volviendo al supuesto de que La Oposición ganase,  bien sea la Mayoría Absoluta o la Calificada,  debemos preguntarnos qué podrá hacer luego: evitará que previo a su toma de posesión se apruebe una nueva habilitante de  años de duración , logrará que en el corto y mediano plazo se cambien los poderes públicos y posteriormente evitará que seudo-opositores terminen dirigiendo estos Poderes, logrará sacar al país en el corto o mediano plazo de la gran crisis económica en que se encuentra y al no lograrlo evitará que el “gobinfierno” “demuestre” que esta nueva mayoría es la culpable y el pueblo termine haciéndolos responsables (?). Esto con el agravante que le permitiría al “gobinfierno” no solo librarse de esa responsabilidad futura sino también librarse de haber sido los culpables de las calamidades acaecidas todos los años anteriores.

Es que parece que la tragedia de Venezuela es que quienes gobiernan no tienen la más mínima idea de cómo resolver los problemas y los que se oponen no tienen la más mínima idea de cómo enfrentar a los que gobiernan. Quizás esto cambie cuando nuestros actores políticos actúen menos como actores y más como políticos.

Ahora, antes de ser culpado de incitar a las abstención opositora, debo aclarar que pienso que no importan los escenarios presentes, No hay excusa para no ir a votar y este escrito no puede convertirse en una de esas excusas, los que quieren y necesitan un cambio deben pelear todas las batallas ya sea para obtener grandes o pequeñas recompensas, pero lo que debe ser importante es que las expectativas creadas por los líderes  y acogidas por sus seguidores estén claras y no terminen estas elecciones Parlamentarias convirtiéndose, a pesar de obtener la mayoría más substanciosa , en unas elecciones ParaLamentarLas.

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